Agradezco a los organizadores de la 21ª edición del Certamen el que hayan pensado en mí como Gran Maestre.
Siempre que puedo dejo constancia de mi amor a Murcia y España. Y cómo olvidar la importancia del Barrio del Carmen, donde mis recuerdos me llevan cincuenta y cinco años atrás.
La tradición de tuna en España está fuera de toda duda, siendo uno de esos elementos culturales sin los que sería imposible esbozar el lienzo del país a lo largo de su historia.
Durante mi época de Rector de la Universidad de Murcia colaboré con ahínco para dar la mayor promoción internacional al Certamen. Un impulso hacia el futuro para el que, sin duda, es el movimiento estudiantil más antiguo, extendido y activo en las universidades de habla hispana. Un reconocimiento a esas agrupaciones universitarias repartidas por todo el mundo que, en pleno siglo XXI, consiguen mantener más vivo que nunca lo que Francisco de Quevedo definió como “el arte del tunar e cantar”.
Quiero destacar que en 2014, el trabajo e ilusión de los dirigentes de este Certamen, encarnados en la figura de Carlos Molina, resultó decisivo para el nombramiento como Doctor Honoris Causa del tenor Plácido Domingo. Aquel día la Tuna de Distrito de la Universidad de Murcia, decana de nuestra Región, tuvo la oportunidad de cantar con el Maestro; Universidad en estado puro. ¡¡Gaudemus Igitur!!
Este festival hace grande a Murcia y a España. Así lo prueban los miles de participantes de 63 ciudades, 11 países y 3 continentes que lo han visitado hasta la fecha. Sin duda, la traición, los valores y su universalidad convierten por derecho propio a la Tuna y a este Certamen en un claro ejemplo de marca España.
Nunca podré olvidar la distinción con la que se me ha honrado y la celebración de estos días. Gracias.