Estoy realmente agradecida de que este año me hayáis elegido a mí, como madrina de este Certamen Internacional de Tunas. Y soy sincera cuando digo que la tuna, los tunos, su música, sus canciones, sus rondas, sus bromas, su picardía, siempre han despertado en mí una sensación de regreso a los años universitarios que a veces la vida te hace olvidar.
El esfuerzo que realizáis aquí año tras año, para que la tuna siga teniendo su eterna juventud es un hecho muy de agradecer y de ensalzar, ya que sin la alegría y el romanticismo de los tunos, las ciudades universitarias perderían gran parte de su esencia.
Es increíble la sensación que me produce ver sus capas y, sobre todo, disfrutar las notas de bandurrias, panderetas, guitarras y laúdes. Escuchar sus voces graves en las noches, es un recuerdo universal que aquí en Murcia habéis sabido guardar con celo durante ya más de un siglo. ¡Enhorabuena!
Muchas gracias, de corazón, por hacerme Madrina del Certamen.
Muchas gracias por conservar esta tradición y por celebrarla año tras año.
Y ahora, a disfrutar del Certamen y… ¡¡Aúpa la tuna!!