Decir “Tuna” es traer al recuerdo fiesta y alegría, risas, guitarras y bandurrias, coplas populares…
Pero, sobre todo, es el sabor de los eternos juglares que trovan y tañen instrumentos, manteniendo vivas las costumbres heredadas de los universitarios medievales. Esos eternos juglares que han ganado de sobra el derecho de llevar con honra sus jubones y sus capas.
Es un honor para mí que la Tuna de Distrito de la Universidad de Murcia me haga Madrina de esta decimotercera edición del Certamen Internacional de Tunas “Barrio del Carmen”. Esto me permitirá poder gozar, una vez más, de la hospitalidad del pueblo murciano y podré así descubrir esta gran fiesta que acoge a Tunas de todos los rincones del mundo.
La juventud alegre, su saludable picardía, su entusiasmo contagioso y su música eterna harán, de estos días en Murcia, una cita entrañable y popular.
Mi más profundo agradecimiento por invitarme a compartir con vosotros esta fiesta, y por permitirme formar parte de la magia de este singular evento.